Cuidado con el doble discurso

Cuando hablamos y le damos una instrucción a nuestro hijo debemos tener cuidado de no confundirlo con nuestras palabras.

Es por esto, que tus palabras siempre deben tener coherencia.

Mira la imagen y piensa.

Si el niño corre en un lugar donde no puede hacerlo y sólo dices "No corras" cuando el niño necesite correr y sé lo digas, será un mensaje confuso en donde el pequeño te verá con dudas e inestabilidad.

No es lo mismo que digas "ve más despacio" a que digas "no corras", ya que en algún momento tendrá que correr.

Este es sólo un ejemplo, pero si analizamos mejor la situación, muchas veces damos mensajes con doble discurso, el cual nos hace ver como inestables delante de nuestros hijos, ya que ellos no interpretan la realidad como nosotros.