Primeros auxilios: Cómo realizar la respiración artificial

Si se constata que un niño inconsciente no respira espontáneamente, debe procederse de inmediato a la respiración o ventilación artificial con el método boca a boca, o su variante en el caso de que la víctima sea lactante. El objetivo es introducir aire a presión en sus pulmones mediante insuflación directa en la boca del niño, dejando luego que el aire salga pasivamente. Hay que repetir la maniobra con el ritmo adecuado. Si el niño no tiene pulso, las insuflaciones de aire deben combinarse con las maniobras de masaje cardíaco externo.

¿Cómo se lleva a cabo la maniobra del boca a boca?

• Coloca una mano en la frente del niño y tira suavemente hacia atrás, mientras con la otra mano sostienes la barbilla y empujas la mandíbula hacia delante, para extender el cuello y abrir la vía aérea. Abre la boca del niño y, si observas un cuerpo extraño, retíralo con tus dedos, sin empujarlo hacia la garganta.

¡Atención! No estires excesivamente la cabeza del niño, esto podría provocar el cierre de la vía aérea y hacer imposibles las insuflaciones de aire.

• Mantén abierta la boca del niño con una mano, y pinza su nariz presionando con los dedos índice y pulgar. Inspira profundamente y retén el aire. Aplica tu boca sobre la del niño, sellándola con tus labios, y exhala lentamente, observando que el tórax del pequeño se eleva a medida que el aire penetra en sus pulmones.

¡Atención! Si cuando soplas en la boca del niño adviertes que el tórax no se eleva, puede haber una obstrucción de la vía aérea: efectúa las maniobras indicadas para atragantamiento.

• Deja de soplar i espera que el tórax descienda pasivamente. Repite la maniobra a razón de 15-20 veces por minuto, controlando regularmente el pulso (carotídeo); si adviertes ausencia de pulso, combina la respiración artificial con el masaje cardíaco.

¿Cómo aplicar la respiración artificial en el lactante?

• Extiende el cuello del niño ligeramente.

• Abarca con tu boca la boca y la nariz del niño.

• Insufla el aire suavemente, apenas la cantidad necesaria para que se eleve el pecho del bebé.

• Procura efectuar la respiración artificial a un ritmo mínimo de veinte insuflaciones por minuto.

• Comprueba el latido cardíaco palpando el pulso humeral (en el brazo).

Recuerda…

• Interrumpe las insuflaciones aproximadamente cada dos minutos para comprobar el pulso (si está ausente, deberás iniciar el masaje cardíaco externo) y observar si el niño empieza a respirar por si mismo.

• Si el niño vomita, gira su cabeza y límpiale la boca con un dedo; luego, colócalo nuevamente en la posición idónea y continúa de inmediato las insuflaciones.

• Prosigue las maniobras hasta que el niño recupere la respiración espontánea o llegue la oportuna ayuda médica.